El 13 de septiembre de 2022, Noa, de un año de edad, entró a una piscina sin supervisión. Cuando la encontramos, estaba flotando boca abajo, inconsciente, sin pulso ni respiración.
Intentamos resucitarla durante los casi 40 minutos que tardó la ambulancia en llegar. Cuando los paramédicos la empezaron a atender, pensamos que la habíamos perdido para siempre. Sin embargo, contra todo pronóstico, Noa regresó.
Después de estabilizarla y conforme pasaron los días y se retiraron los sedantes, los médicos nos confirmaron que Noa tenía una lesión cerebral severa. Nos dijeron que tal vez nunca podría respirar sin ventilación. Que nunca volveríamos a verla “como la conocíamos”. Mientras procesábamos estas noticias, teníamos que lidiar también con gastos, decisiones cruciales y una reestructuración total de nuestros planes de vida.
El verdadero viaje comenzó cuando trajimos a Noa a casa, en las peores condiciones y con los pronósticos más pesimistas. Alimentados por una esperanza fiera, un amor inagotable y una fuerza implacable que descubrimos dentro de nosotros, decidimos no rendirnos e intentar todo aquello que mostrara potencial para ayudar a Noa a recuperarse y mejorar.
Así es como hemos dado con tratamientos, terapias, métodos, procedimientos, doctores, terapeutas y profesionales, en un camino repleto de obstáculos y dificultades, pero también de amor y solidaridad por parte de una asombrosa red de apoyo que nos ha permitido llegar más lejos de lo que hubiéramos podido solos.
A pesar de contar con este apoyo, en muchas instancias hemos encontrado que no existe la información y la difusión suficiente para las familias como la nuestra que atraviesan una situación de lesión cerebral en un hijo o hija. Queremos aportar a un cambio. Queremos compartir con esas familias lo que hemos aprendido y lo que seguimos y seguiremos aprendiendo. Queremos crear conciencia en la sociedad y generar comunidad para juntar fuerzas y, entre todos, lograr más y mejores resultados.
Esto es The Noa Movement, una iniciativa cuyo objetivo principal es acelerar el proceso de recuperación y acercar la información y los recursos a las familias que enfrentan casos de lesión cerebral.